Guía 2: Mantente firme – Crear incluso cuando todo tiembla

1. Introducción

Cuando el tiempo separa vidas, hay que sostener.

Hay momentos en los que no sabes muy bien quién eres ni por qué haces lo que haces. Te tambaleas. Dudas. Una parte de ti quiere salir corriendo. Otra, no sabe dónde. Pero estás ahí. Y a veces, mantenerse firme no es resistir: es no soltarte la mano.

No necesitas tenerlo todo claro para seguir. Solo necesitas una cosa que te ancle. Puede ser una palabra. Una promesa. Tu respiración. O el recuerdo de lo que querías construir, cuando todavía no te habías agotado.

2. Cuando todo es fluido

Cuando todo es incierto, cuando el suelo se mueve, lo fácil es paralizarse o buscar aferrarse a cualquier cosa que prometa seguridad. Pero la verdad es que nada se puede saber con certeza.

No estás rota por dudar. Estás viva.

Tu talento no es una línea recta. Es una espiral. Hay temporadas de claridad, de acción. Y hay otras de silencio, sombra, no saber. Y todo eso también es parte de crear.

Mantente firme. Sujétalo hasta que lo sientas dentro. Tan oscuro, denso y húmedo como la tierra. Tan vasto, brillante y dulce como el aire.

3. Sentir cada decisión que tomas

Nos acostumbramos a decidir desde la urgencia. Desde el miedo. Desde la necesidad de validación. Pero crear desde tu esencia exige otra cosa: presencia.

Ejercicio: escribe tres decisiones que hayas tomado desde el miedo. Y luego tres que hayas tomado desde la verdad, incluso si asustaban.

¿Qué se siente en el cuerpo una decisión verdadera? Sólo cuando te detienes a sentir, puedes saber si estás decidiendo o escapando.

4. Conoce los lobos que te cazan

Todes tenemos pensamientos que nos muerden. Voces internas que nos sabotean, nos exigen, nos hacen sentir que no valemos.

Pero ignorarlos no los hace desaparecer. Al contrario. Se vuelven más feroces.

Ejercicio: nombra tus lobos. Escríbelos. Dales cara. Dales nombre.

Con el tiempo, si los escuchas, si los conoces, si los respetas, dejarán de morder y empezarán a acompañarte. Algunos incluso te traerán las zapatillas.

Amálos bien, y sentirás que te besan cuando vengan a morder.

5. Amar también es sostener

Sostener a alguien no es cargarlo. Es estar.

Sostener tu deseo. Sostener tu proceso. Sostener una idea cuando todavía es solo una semilla.

Sostener no es encerrarte en una estructura. Es ser leal a eso que sabes que vale, aunque nadie más lo vea.

Sostente a ti. Sostén tu deseo. Sostén tu camino.

6. Hazlo, sostenlo

Crear no es tener una idea brillante. Es volver a ella una y otra vez. Cuidarla. Protegerla. Repetir. Afinar. Ajustar.

Ejercicio: piensa en algo que has querido abandonar. Una idea. Un proyecto. Un deseo. Ahora pregúntate: ¿Qué parte de mí sigue viva en eso?

No hace falta hacerlo todo hoy. Solo no lo sueltes.

7. Mantente firme

Cada dolor. Cada agravio. Cada punzada de vergüenza. Cada día perseguida por un demonio en tu cabeza. Todo eso forma parte.

No se trata de ignorarlo, ni de maquillarlo con afirmaciones. Se trata de sostenerlo.

Sosténlo.

Con el tiempo, podrás mirarlo sin miedo. Incluso podrás agradecerle lo que vino a mostrarte. Hasta los monstruos tienen cosas que enseñar.

8. Cierre

Sostener no es rendirse. Es seguir creyendo que vales la pena.

Cuando todo tambalee, mantente firme. Cuando no sepas, sostente. Cuando parezca que no vas a poder, respira.

Cada vez que te sostienes, creas. Aunque no lo veas. Aunque no lo compartas. Aunque no haya testigos.

Estás creando una vida que es tuya.

Y eso, querida, también es talento.

Con amor

Lola ♥️

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