Tanta libertad me abruma

Dejamos el trabajo estable y nos lanzamos solos. Qué genial!! Todo el tiempo para mí! Puedo ir a bailar zumba a las 4 de tarde! Ir ala playa cada vez que quiero y trabajar a las 8 de la noche si se me antoja! Que placer tan grande! Después de dos semanas de tanta libertad, no tienes ni idea lo que tienes que hacer. Te compras una agenda, la miras y ahí te quedas.

Si algo de esto te pasa, bienvenido al club! no te sientas mal, nos han programado para que esto pase. No tienes nada malo, es que siempre lo has hecho por otros y nunca por ti. 

Es decir, vas al colegio y te dicen lo que tienes que hacer, luego en la universidad pasa lo mismo y en el trabajo es igual. Tienes tareas que cumplir en un horario determinado. La cosa es que cuando nos lanzamos solos sin que nadie nos diga lo que tenemos que hacer día a día, la libertad nos pesa. Antes de creer que la vida del freelance o del emprendedor no es para ti, toma un calendario anual, sí anual, marca tus metas del año y desglosa todo lo que harás para conseguirlas. 

Nos toca hacernos cargo de nuestra propia planificación, perseguir nuestras propias metas y objetivo. Y no es para sacarnos un 10 o ganar nuevas cuentas para el jefe, es para ganar más dinero para nosotros, para ser más felices, para hacer lo que queremos con responsabilidad. La responsabilidad de hacernos cargo de nosotros mismos.

Si estás en este viaje de emprender o eres freelance, no estás solo, somos muchos de este lado, planificando, llenando calendarios anuales y desaprendiendo modelos viejos de un sistema educativo e industrial que nos dejó un poco mareados...

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